Reseña Irrational Man (2015) Dir. Woody Allen
¿Alguna vez te preguntaste cuál es el sentido de la vida? Posiblemente ya lo hiciste, pero hay alguien que lo hace muy frecuente en el cine, sin duda, estamos hablando de Woody Allen. Muchas de sus películas reflejan esa preocupación, y tal es el caso de Un Hombre Irracional, cinta que se estrenó en 2015 y protagonizaron Joaquin Phoenix y Emma Stone.
Pero ¿por qué resulta tan necesario preguntarnos por el sentido de las cosas? Para muchos puede resultar bastante banal, pero cuando la muerte se nos presenta, los replanteamientos de la vida se apoderan de nosotros. Algo similar sucede con el profesor de filosofía que encarna Joaquin Phoenix, un hombre que atraviesa una dura crisis existencial, mientras, por el otro lado, Emma Stone es la alumna que lleva acabo algunos cuestionamientos éticos de la vida y la justicia.
Ahora te invito a que imagines que eres maestro de filosofía, llevas años dando clases y sientes que nada ha cambiado, te das cuentas que la realidad carece de sentido, y que todos van a morir al igual que tu mejor amigo. Entonces te preguntas por la importancia de seguir viviendo, estás cansado de la realidad y ya nada te sorprende. Cada esfuerzo que hagas te llevará al mismo destino: la muerte. Pero te das cuenta de que la solución de todo está en la acción y sientes que al menos puedes cambiar una pequeña parte de la realidad. Aunque déjame decirte que llegas a la conclusión de asesinar a un juez corrupto; matarlo es la acción salvadora que le da un sentido a tu vida porque piensas que estás haciendo justicia.
En un primer acercamiento, la idea de matar a alguien puede resultar bastante descabellada e irracional, pero si observamos con los ojos del maestro de filosofía puede resultar legítimo asesinar al juez corrupto. Es más, en algunas partes del mundo existe la pena de muerte; cosa que nos lleva a cuestionarnos la naturaleza de la justicia. Pero dentro de la historia los señalamientos éticos de la alumna que desaprueban el asesinato también son legítimos. Entonces, ¿qué podemos hacer? Lo único que podemos hacer es disfrutar la película y repensar el discurso dualista de lo racional e irracional. Al fin de cuentas, la idea del asesinato solo es un pretexto de la ficción que invita a profundizar en los temas ontológicos del ser humano. Ya lo decía Erasmo de Rotterdam:
“Júpiter, para que la vida humana no fuese irremediablemente triste y severa, nos dio más inclinación a las pasiones que a la razón”
